Aparentemente Las Vegas es una ciudad construida en mitad de la nada, pero en su entorno tiene grandes espacios naturales que merece la pena visitar. Este es el caso del Valle de Fuego.
Está situado a tan solo 30 minutos, y los paisajes áridos con tonos rojizos me transmitieron la sensación de caminar por Marte.
Me acompañó durante esta mañana mi profesora de inglés Stephany, la cual demostró ser una gran cocinera de comida colombiana. Plátanos fritos, frijoles, lentejas, brócoli, corazón de vaca, todo muy rico. Muchas gracias profe!!
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