LA MIRADA DE LA TORTUGA:CUENTO PARA IR A DORMIR II

Las islas Hawaii están en un océano muy grande de color azul, llamado Pacífico. Estas pequeñitas islas se formaron hace muchos, muchos años, gracias a montañas marrones enormes que dejaban asomar sus cumbres en la superficie del océano, y de su interior salía fuego. Estas montañas se llaman volcanes.

Estas islas, son un lugar lejano, tan lejano que desde tierra firme, es el lugar más lejano jamás encontrado, imposible llegar nadando. Está tan lejos de Zaragoza, que cuando vosotros os vais a dormir, vuestro tío se despierta, un poco perezoso como vosotros, pero contento, porque puede oler y escuchar el mar muy cerca.

En estas islas, siempre es verano. Hay muchos árboles con flores rosas, rojas, amarillas o blancas, y plantas con las hojas muy grandes y verdes. También hay palmeras, y hay que tener cuidado cuando pasas debajo de ellas, porque de vez en cuando, cae algún coco, y te pueden dar un susto!! Un fruto llamado a Aguacate, lo puedes encontrar también en las palmeras, y ricos y dulces plátanos.

Las gallinas pasean y comen por los jardines y calles, plácidamente, muy contentas, acompañadas por su polluelos. Y los gallos ayudan a que vuestro tío Joju, se desperece por las mañanas. No se les olvida cantar ni un solo día, siempre a la misma hora, siempre el mismo canto, y siempre el mismo gallo.

Todos los días nado en el mar, algunos días con una tabla de surf, para jugar con las olas, y otros días sin ella, para poder ver los animales que viven en el mar, sobre todo, peces de colores, amarillos, azules, blancos, marrones, grandes y pequeños…y también TORTUGAS gigantes.

Ayer por la tarde, como no había olas, me metí a nadar en el mar en una bahía muy bonita, llamada Waimea, y tras nadar unos minutos, vi una sombra oscura nadando bajo mi pies, en el agua turbia, por el movimiento de la arena cerca de la orilla, y yo me asuste un poco. Es que por aquí viven tiburones, tiburones tigre, algunos son más grandes que el cocodrilo del capitán garfio, y aunque es muy raro que se acerquen a la orilla, a veces se dan un paseo, porque les gusta mucho la sopa de tortuga.

Tras tranquilizarme un poco, vi que era una bonita tortuga verde, casi tan grande como vosotros. Ella también se asusto un poco, porque me moví rápidamente, por debajo del agua como si fuese un delfín o un pez muy grande, y debió pensar que quería comerla.

Me alejé un poquito, para que no se asustara más, y ya con el agua más clara pude nadar sobre ella, tranquilamente. Un gran caparazón la cubre y la protege, y nada con sus aletas delanteras. Las mueve como si fuera un pájaro, pero volando dentro del agua. Fuera del agua son lentas y torpes, pero dentro del agua, pueden ser ágiles y veloces. La tortuga me pareció un animal muy bonito, tranquilo y sabio. Algunas tortugas viven más de 80 años!!!

Como la tortuga vio que no quería hacerle daño, me dejo nadar a su lado lentamente a lo largo de toda la bahía. Yo tenía que salir a respirar todo el rato, pero ella solo lo hizo dos veces en todo ese tiempo. Algunas veces, me ponía debajo de ella, o su lado, muy cerca.

El momento más especial fue cuando la tortuga nadó todavía mucho más despacio y giro su cabeza para mirarme directamente a los ojos….fue mágico y desde ese momento fuimos amigos.  Aprendí, lo bonito que es respetar a los animales, en aquellos lugares donde viven, para que vosotros también las podáis ver algún día, pero antes, cuando os hagáis más mayores, tendréis que aprender a nadar como los peces.

Os quiero mucho, Diego y Julián. Vuestro tío Joju.