LOBITOS: UN MES DE MI VIDA… (Febrero)

   

Tras todas las adaptaciones necesarias iniciales en Lobitos, ahora que ya han pasado 10 días de mi marcha y he podido reflexionar sobre mi estancia en ese lugar lejano y desolador, mi propia sonrisa descubierta en el retrovisor de una furgoneta cuando me marchaba de ese lugar, me dio la respuesta definitiva sobre ese mes de mi vida.

    Tener la sensación de haber sido feliz sin “nada” y sonreír por ello me dio todavía más felicidad. Sí, el balance definitivo es que Lobitos, un lugar desértico, pobre y perdido, me ha hecho feliz. Me ha proporcionado un gran bienestar interior.

  Como puede ser que la vida tan sencilla, en unas condiciones de higiene en algunos casos que cruzan la frontera de lo saludable, a veces sin agua, sin luz, incomunicados, pueda hacerte valorar tanto las cosas insignificantes y pensar lo afortunados que somos en nuestros lugares.

    La vida en la casa de Waves era realmente buena. Buenas personas. Convivir es una situación necesaria para mí y compartir engrandece la convivencia. Hacer el pan, y tardar casi 3 horas, y ver como todos lo comemos…es un manjar.

    Ayudar a otras personas, ver como otras personas ayudan…ver como las personas que aparentemente te necesitan ayudan, te abren los ojos, y te hacen ver que la vida es otra cosa. Que a veces hay más gente pobre en el “primer” mundo porque el dinero es un invento, en la mayoría de los casos no necesario para ser feliz o hacer feliz. Eso es un gran mes en mi vida.

    Tener la pobreza cerca me ha hecho aprender, que no hay que tener lastima, que es mejor mirar a la cara a las personas, conversar y compartir, todo lo que tienes, y no es necesario nada material, por eso todas las personas tenemos mucho que ofrecer. Sólo hay que abrir tu caja personal y compartir lo que tienes con los demás. Sin darte cuenta eres cada vez más grande.

 Así que no se qué ha cambiado en mí, pero me siento diferente, tengo más energía.


Llevo diez días de viaje desde que salí de Lobitos, y estoy en un buen momento de esta aventura. Van 6 meses de experiencia en ruta, y ahora sí que noto que he evolucionado mucho como viajero. Si antes disfrutaba, ahora más. Estoy totalmente abierto a todo, me adapto con mucha rapidez a todo y todos, y veo como cruzo el ecuador de este viaje muy contento con  todo y conmigo mismo. Sigo conociendo personas de todo el planeta a diario, y eso enriquece todavía más mi vida.

Además el mes en Lobitos, haciendo ejercicio y surf, mañana y tarde, me ha proporcionado una muy buena condición física, que se agradece enormemente cuando viajas con tu casa a cuestas sobre tu espalda. Y también enfrentarse a las olas ha mejorado mi confianza en mí mismo. Cuerpo y mente están unidos en un círculo sin salida.


                           
Escribo desde Cuzco. Estuve 4 días en Lima, y ayer regresé  de visitar Machupichu, una de las siete maravillas del mundo…. Una maravilla. Pronto intentaré escribir sobre esto porque ha sido espectacular..

Mañana me voy para Arequipa, sur de Perú. Me esperan nuevas aventuras, seguro!

Os dejo AQUÍ  las fotos de Lobitos.