Transporte: En tren desde Gdansk, salida a las 19.15 y llegada a las 01.15. Precio, unos 25 euros. Unas 6 horas de viaje que debíamos aprovechar para descansar, aunque fue difícil. El tren iba a rebosar, hacía mucho calor y era un tren viejo y lento. Muchas paradas y mucho ruido. Pero era obligatorio dormir, porque empezaba una de las etapas más duras del viaje.
Alojamiento: la sala principal de la estación de Varsovia se convirtió en nuestro dormitorio principal, junto con otras 50 personas que intentaban lo mismo que nosotros poder pasar la noche en un lugar público. Lo planificamos así, llegábamos tarde y no merecía la pena ir a un hostel, nos ahorrábamos la pasta y total era para unas horas (todo esto es totalmente discutible), pero fue nuestra decisión. Dejamos la mochilas grandes en una taquilla, y en un rincón de la estación nos tumbamos, y a dormir. La verdad es que duermes intranquilo, pero a ratos duermes. Siempre hay gente rara transitando, y hay que dormir y estar atento, es difícil, pero se puede hacer. Así que hasta las 3.30 , más o menos bien, después cada hora mas o menos, uno de seguridad, que te levantes (en polaco), y tu si si, ya voy, y cuando se da la vuelta a dormir, así 2, 3 o 4 veces... El caso es que a las 5.15, ya ha sido imposible dormir. Mucha gente transitando, los de seguridad, ya mas o menos en serio, mucha luz (es que aquí también se hace de día muy pronto, como a las 4). No es lo de Estocolmo que a las 12 todavía es de día y a las 2 amanece, pero desde luego que hay mucha diferencia con España. Así que a las 6, tras un breve aseo en los servicios la estación nos pusimos a recorrer la ciudad , solo ibamos a estar unas 12 horas y teníamos que aprovechar. La frase a esas horas, ha sido, hoy hacemos horas extras como turistas!!
Lugares visitados: Nada más saler de la estación te encuentras con el monumental edificio del palacio de la cultura y la ciencia, construido como regalo del pueblo soviético al polaco, en una idea concebida por Stalin. Tras comprar un billete de transporte público para 24 horas por unos 2.20 euros (buena adquisición), nos hemos dirigido hacia Stare Miesto (barrio viejo). El palacio real y la plaza Zamkowi, nos han dado la bienvenida. La más representativa de la ciudad y claro estabamos solos, no eran las 7 todavía. Después hemos paseado y recorrida las bonitas calles, destaco, Rymk Starego Miasta y la estatua de la sirena de Varsovia que es el escudo de armas de la ciudad desde principios del S.XX. Más adelante la primera tienda abierta, desayuno y siesta de 8 a 10 en un banco, en un rinconcillo, a las puertas de Barbican, toda esta zona fue la más bombardeada de Varsovia y sus edificios y torres están totalmente reconstruidas. Después paseo cerca del ría Vistula, mas callejear para llegar a la Biblioteca Nadorova, y tras tomar un café, y con un mapa de la ciudad hemos podido planificar el resto de la ruta. Barrio de Praga, biblioteca da la Universidad que su mas de una hectárea de jardines en la azotea. Después parque de Lazienki, donde a las 4 de la tarde supuestamente y según la tradición desde el año 1959, hay conciertos gratuitos de piano entonando a Chopin, donde se encuentra su estatua, que hemos podido observar con tranquilidad rodeados de un inmenso gradería de bancos y rosas rojas. Lazienki es un conjunto palaciego, del siglo XVII, del que destaca el palacio de la isla, donde se celebraban fiestas. Ahora tomado por pavos reales y ardillas. Es uno de los lugares favoritos de los Varsovianos para pasear, y también lo ha sido para nosotros. Por último, Foksal street, una de las calles más famosas de Varsovia, caracterizada por su palacio renacentista Zamoyski. Bocadillo en el tapas-toro, junto a la estación con la nada sonara de fondo de los Gipsy Kings.
Clima: más frío, no hemos tenido 30 minutos seguidos iguales. Sol, viento, lluvia, calor, frío. Muy inestable
SENSACIONES:
Día de fortaleza física, incertidumbre y aventura. Pegarse 10 horas caminando después de una noche épica, no es apto para todos los públicos, lo que demuestra que todo el esfuerzo de los entrenamientos de este año, nadando, con el surf, la gimnasia y el fitness, han dado sus frutos. En agosto comenzaré un nuevo plan de entrenamiento, para fortalecer mi espalda y mis piernas, determinante para poder seguir adelante, cuando las situaciones físicas se complican. Ya estoy maquinando ideas, para poder estar en forma, siguiendo un plan de ejercicio físico en el que debo incluir Yoga. Tengo la intuición de que me va a ser muy útil.
Varsovia, la capital de Polonia, me ha gustado. A veces decepciona, eso comentan otros viajeros. Cierto que no es tan espectacular como otras ciudades visitadas hasta ahora, pero es que es una gran ciudad, que además ha sufrido grandes abatares...
A 20 minutos de Cracovia, sigo escribiendo estas líneas, llevo todo el viaje actualizando el blog. De momento más o menos lo llevo bien. Utilizo los viajes en el tren o en bus para escribirlo, y la parte de recordar todo lo que hemos visto me ayuda Toni, que es la que más me cuesta a mi. Los mensajes de algunos de vosotros, las visitas, y la motivación de que esto va a quedar ahí para siempre, de momento me sirven de motivación, pero creo a veces me dará pereza, así que no prometo nada...
Voy a descargar las fotos de hoy al portátil, y cierro por hoy, que ha sido un día muy muy largo, pero satisfecho.
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