sábado, 14 de enero de 2012
DE PUERTO ESCONDIDO A TAPACHULA: HASTA LUEGO MÉXICO. (6, 7 y 8 de Enero de 2012).
Las previsiones proporcionadas de viaje, por Andy el alemán que conocí en Hawaii, desde Neixpa (Michoacán), hasta Puerto Escondido (Oaxaca), se cumplieron a la perfección, y antes del las 8 de la mañana, tras toda la noche de viaje, ya estaba en un taxi hacia el hostal 8 venado, regentado por una pareja de antropólogos del DF, que tras trabajar varios años en un pueblo indígena, se decidieron hace unos meses a montar un hostal en punta de Zicatela, dónde ganar algo de dinero mientras crían a su niña.
Existen grandes y perfectas olas por todo el mundo, pero muchos coinciden que las tres mejores son: Pipeline en el North Shore en Hawaii (la mejor indiscutible), que no pude ver funcionar bien, por falta de oleaje, Teahupo en Tahiti, y la ola de Zicatela en Puerto Escondido.
Así que en mi viaje he visitado dos de los tres mejores escenarios mundiales, y como ya me pasó en Hawaii, la ola de Puerto Escondido no quiso aparecer ante mí. No había olas. Años atrás ya había visitado este lugar en todo su esplendor, con olas de 6 metros y profesionales del surf haciendo tubos imposibles. Pero ahora nada.
El día y medio que estuve en Puerto Escondido, me dediqué a pasear por la playa, tomar el sol, ver atardecer y poco más. Lo bueno que tienen estos lugares, es que aunque no haya olas, la belleza de los parajes son espectaculares, palmeras, montañas verdes, arenales interminables y el pacífico, que como su nombre indica te llena de paz. Fotos de Puerto Escondido AQUÍ
Me encontré a una madrileña desayunando. Hacía semanas que no encontraba a nadie de España y por la tarde, de nuevo autobús hacia Tapachula, otras 14 horas hasta la frontera de México con Guatemala, donde Natalia de Couchsurfing, me hospedaría muy hospitalariamente junto a sus padres y hermanos en su casa.
Una familia muy agradable, que me invito a comer y al cine (Contagio) y me hicieron reír con los chistes de Gallegos, si esos somos nosotros los españoles para los mexicanos, todos somos gallegos.
Cargadas las pilas, otra vez madrugón, 5 am, para tomar un bus hacia Guatemala y cruzar la primera frontera por tierra hacia Centroamérica.
Si semanas antes quedaba impactado por el tránsito en la frontera de Tijuana, ahora lo que estaba viviendo superaba lo imaginado. Si pasar la frontera de USA a México, es pasar del primer al segundo mundo, claramente, esta frontera es el paso al tercer mundo.
Todo sucede muy rápido. El autobús te deja en la frontera, en el lado de México, debes cruzarla andando. Me despisto y pierdo de vista el autobús y la gente que viaja conmigo, me veo rodeado de personas para cambiar dólares por Quetzales, necesarios en Guatemala. Necesito cambiar dinero, pero a cuanto esta el cambio, cuanto me tienen que dar… me estafan por primera vez, solo 3 o 4 dólares, ya estaba avisado por Toni…cambia algo pequeño y luego en la ciudad ya cambias más, le hice caso, y el primer timo fue menor.
Sigo solo, no veo el bus ni a nadie a quien preguntar, no sé donde debo ir ni donde sellar mi pasaporte. La gente me sigue agobiando con el dinero. Me detectan y me rodean, como unas diez personas… yo te ayudo, yo te ayudo….estoy en problemas. Miro a todos a los ojos, todos me llegan por debajo del hombro, y elijo a uno….tú, me vas a ayudar… si señor, me das una propina….vale!
Se sucede todo muy rápido, no sé qué va a pasar. Necesito sellar mi pasaporte para salir de México y poder entrar en Guatemala y que me sellen el pasaporte de nuevo. Tienes que tomar una decisión rápidamente y confiar que te van a ayudar. Pierdo de vista mi pasaporte, y los minutos se hacen largos. Me siento, perdido, vendido y lento de reflejos, pero confiado que va a salir bien. Mirar a los ojos….
El socio de mi ayudante se queda conmigo y me tranquiliza. Tranquilo no va a pasar nada, tu le das luego 20 dólares y ya está…, y le pido que me explique cuál es el proceso, para que son los 20 dólares que le acabo de dar…. y me explica, 5 para el de la aduana, 5 para el policía, 5 para la otra aduana…. el no se queda nada, lo que gana es lo que le das después
A los pocos minutos tengo mi pasaporte de nuevo, con los sellos…serán falsos???...pero mi pasaporte está intacto y me tranquiliza. Cumplo mi promesa, y soy conducido al autobús. Todavía me pide más dinero. Ya me aviso una viajera española en Hawaii, en centro América eres un monedero con patas, pero los países molan mucho. Le vuelvo a mirar a los ojos y le digo: conmigo ya has hecho suficiente negocio…sonríe levemente. Los dos sabemos que es verdad. Me choca la mano, eso significa un gracias y un lo siento, tengo que sobrevivir…Me subo al autobús, y comienzo a respirar mejor.
Llegué a Guatemala ciudad. No pierdo ni un minuto, tomo un taxi, para que me lleva a la estación de autobuses para ir a Antigua. Me estafan otros 2 o 3 dolares… Me subo en un Chiken Bus, y en una hora, tras un emocionante viaje a toda velocidad en el típico autobús escolar americano, pero maqueado, llego a Antigua.
Se respira una enorme tranquilidad en Antigua, por fin encuentro el hostal, me alojo, me doy una ducha y comiendo en la terraza del hostal con un enorme volcán de 3700 metros, muy parecido al Teide, por fin me relajo…
Tuve suerte, pero podía no haberla tenido. Me quedan por atravesar 7 u 8 fronteras de este tipo. He reflexionado sobre la situación y mis reacciones. La próxima vez estaré mejor preparado. Sigo evolucionando como viajero.
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