En la tercera semana de
viaje conocí a Walter y a Guillé, dos argentinos muy argentinos, que han sido cómplices
en mi disfrute de este bello país y con los que he podido entender mucho mejor
la argentinidad. Como Guillé andaba muy liado con el trabajo no pudo
acompañarnos en el viaje, ya tendría oportunidad posteriormente de ser un
perfecto anfitrión en su ciudad Paraná.
Seis meses después nos encontramos en Córdoba para recorrer
una parte de Argentina, con la responsabilidad sobre la mesa de hacer de
perfecto anfitrión de un país tan variado, tan bonito y tan complejo como
Argentina. Has aprobado con nota alta Walter.
Comenzamos por Córdoba. Una ciudad bonita y moderna, con
una alegría especial, que quizás proviene de la belleza de las cordobesas, ya
tenemos algo más en común con España. Muy buen ambiente en esta ciudad
Carlos Paz está a treinta o cuarenta minutos de Córdoba.
Recuerdo dos momentos inolvidables. El primero comerme un buen filete de carne
Argentina, cocinado con un hornillo a gas a la orilla del río, quedarme dormido
sobre una piedra al sol, como las lagartijas y después tomar mate con facturas
y buena conversación. Dos, comerme un helado, sentado en un cruce de calles,
junto a un buen amigo y sorprenderme riendo de felicidad, por la sencillez del
momento y el grado de relajación. Nada más de Carlos Paz, suficiente.
De aquí a La Rioja. Kilómetros y kilómetros de carretera,
mate, música Argentina, mate, España, mate, Argentina, mate….música Argentina.
Meses de viaje en soledad, muchos momentos de silencio, ahora ni uno solo. Es
agradable…
La Rioja nos la podíamos haber saltado. Es una ciudad que
no tiene nada, aunque tiene un parque nacional Talampaya, que es el tercero en
visitas de Argentina después de Iguazú y Perito Moreno. Dejo las fotos del
parque AQUÍ. Estuvo bien recorrerlo y hacer noche en un buen hotel con un
excelente desayuno, negociado por Walter a altas horas de la madrugada. Me veía
durmiendo en la furgo.
De la Rioja a la provincia de San Juan. Llegamos al valle
de Luna de noche y con luna llena. Cenamos algo con el hornillo y preparamos la
furgo para dormir, hoy con premeditación. Vimos la luna alumbrando el parque
que veríamos al día siguiente. Caprichosas formas, adquieren las rocas con el
paso del tiempo y la erosión del agua y del viento. Fotos AQUÍ
En cualquier momento del viaje aparece alguien y comenta
algo que te puede encajar. Así terminamos durmiendo en una cabañita en el lago
Rodeo, uno de los mejores lugares del mundo para hacer Kitesurf o windsurf.
Pato, nos dio de cenar. Estuvimos a gusto. Fue una buena parada, tranquila y
curiosa.
De rodeo a Mendoza para ver de cerca el Aconcagua, la
montaña más grande del continente americano o visitar Villavicencio, fotos AQUÍ, de dónde
sale el agua más famosa, rica y pura de Argentina. Mendoza me gusto mucho, una
linda ciudad, con muy buen ambiente también.
De Mendoza casi 1000 km a Rosario, parada técnica antes
de llegar a Paraná. Qué bien lo pasamos aquella noche disfrutando el ambiente
de esta ciudad y que mujeres más guapas.
Días
excelentes de compañerismo y amistad. Ya llevo dos semanas en Argentina y creo
que voy a estar unas cuantas semanas más. Este país me gusta y la gente es muy
hospitalaria, lo único que hablan mucho, a veces muy alto y normalmente varios
a la vez, pero me gusta…Llegamos a Paraná, me siento como en casa.
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